De chica siempre pensaba que la habían abandonado. Que iba a tener que buscar su suerte. Sola. Después de algún cumpleaños, con una bolsita de souvenirs, un chupetín y un trencito de plástico.
El problema era siempre a las 7 de la tarde.
“Mucho trafico” se excusaba su madre. “No arrancaba el auto”.
Aunque a veces era puntual.
Ella se sentía totalmente incomunicada. Y es que tal vez, era verdad que no tenía a quién llamar.
Siempre quiso decir “¿Ma, me aburro, me venís a buscar?” o por ahí con una mentira “¿me venís a buscar que tengo tarea que hacer?”. No. Siempre había que esperar a la hora pautada. (¿Será por eso que siempre aprendió a respetar los horarios?)
Puede decir, aunque no por eso no mintió, que siempre les habló a sus padres cara a cara. Y bueno, es que no le quedaba otra. Aunque a veces les escribía cartas. Interminables cartas al estilo “yo se que me quieren, pero no me entienden”, “yo los amo mucho hasta el cielo, infinito punto rojo y a veces digo cosas que los lastiman, y después me siento mal y les pido perdón”, “quiero un hermanito”, “no lo voy a hacer mas” y ese tipo de frases agónicas, con letra grande y redonda, sin puntos ni mayúsculas, y mucho menos coherencia.
En su casa la comunicación era un mundo aparte. Una especie de lenguaje verbal distinto a los demás. Sin señas pero con mucha gesticulación, exageración y a veces, inhibición. Los mensajes fueron siempre captados, es lo que importa. El teléfono, a veces, era más grande que su mano.
No siempre le fue fácil ser hija de padres sordos. Aunque a veces miraba a otros padres y juraba que los suyos la escuchaban más que ellos a sus hijas.
En fin. No se a que vino todo esto.
Ah. Mi tema de tesis tiene que ver con algo de esto. No de cómo me sentía abandonada en las malditas fiestas de cumpleaños, sino en la comunicación “no convencional” digamos. Cuáles son los procesos que entran en juego, qué aportes brinda la tecnología y como funciona el proceso de “identidad” en el ida y vuelta con la televisión, apta en Argentina sólo para oyentes, si bien el sistema de CC (Close Caption, o subtitulos ocultos) se está implementando, no todos lo cumplen y no todos los televisores tienen ese dispositivo.
Ah, ¿y a qué venia todo esto?
Ah, que en vez de ponerme a escribir mi tesis me la paso pelotudeando por cual blog encuentre. Tanto, que me leí uno entero de una madre primeriza que contó su experiencia de llevar a su nene a la plaza y que sucio que estaba todo dios mio, con el tema de las enfermedades de la arena, no lo llevo mas.
En fin…
jueves, mayo 31
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